El pan sigue siendo uno de los alimentos preferidos entre los españoles. Cerca de un 82% de los hogares lo consume de media seis veces por semana en casi todas las comidas. Ante este hecho, es importante tener presente la importancia de este alimento en la dieta mediterránea y el papel que juega en el contexto de una alimentación equilibrada.
Centrándonos en cifras de consumo, cabe destacar que los españoles consumieron un total de 32kg de pan por persona durante el 2017. Esto ha generado que parte de la población siga eligiéndolo como uno de los alimentos clave de nuestras comidas. Sus propiedades nutricionales, su versatilidad o su facilidad a la hora de consumirlo, son algunas de las características que lo convierten en una joya gastronómica y aportan valor añadido al consumidor.
A pesar de experimentar un ligero descenso de su consumo en comidas y cenas, el pan sigue siendo el protagonista de los desayunos, en esta franja horario su consumo sigue creciendo.
Por otra parte, queremos aprovechar para desbancar algunos mitos que van unidos al pan, como el clásico de que el pan engorda. Los científicos aseguran que se trata de un alimento saludable y que degustar una buena rebanada de pan con aceite de oliva en buena compañía nunca engordará sino que generará salud y felicidad.
El secreto, como en casi todo, es el equilibrio en la alimentación, pero en la que no debe faltar el pan, especialmente el integral, ya que un reciente estudio científico ha demostrado que comer todos los días dos o tres porciones de pan (de 70 gramos) tiene un efecto protector en la salud cardiovascular.
En conclusión, el consumo diario de pan, tanto blanco como integral, y siempre en el marco de una alimentación variada y equilibrada como la mediterránea, se asocia con un perfil lipídico (riesgo coronario) más saludable y con menores concentraciones de insulina en sangre.
Fuente: panypizza.com